increíble como unas pocas palabras de una persona te puede cambiar de humor. thanks, estaba de lo más bien de lo más feliz escribiendo sobre la noche genial que tuve ayer y viniste a romperme las pelotas y discutirme y decirme que soy una impulsiva, peleadora y que no te escucho. ni que tuviese opción! el que no escucha sos vos y al final la que sufre las consecuencias soy yo.
aparte te das vuelta y te vas mientras te estoy hablando. claro, si te lo hago yo me das una bofetada que me manda a la otra punta del pasillo.
mal humor. chau.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs muy cierto lo que decís, Ginni. Pero por varias razones, y a pesar de que deberías, no se lo podés decir a él.
ResponderEliminarPor alguna razón aparente, impulsiva o no, tus padres no te van a escuchar. Viven, en cierto modo, en una burbuja cuadrada creada y heredada de los tiempos victorianos. Lo que en simples palabras se traduce en: "Son unos histéricos por herencia cultural".
Lo único que te puedo aconsejar es que de forma tranquila y en instantes aislados en los que estén preocupados por alguna trivialidad, te acerques y les digas lo que en verdad pensás sobre aquella situación.
Algún día, con el pasar del tiempo, van a sacarte la etiqueta de "impulsiva" (o "salí, no sabés nada") y la van a reemplazar por la de "reflexiva" (o "smart-ass"), sin saber ni ellos cuando fue que pasó.
Saludos,
STR
p/d: Los anillos y pulseras, ¿cuándo los querés?